La neuroeducación

Revista Solier
27 abr. 2025
¿Qué es y para qué sirve?
La neuroeducación es una disciplina que une conocimientos de la neurociencia, la psicología y la pedagogía con el objetivo de mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje. Se basa en entender cómo funciona el cerebro cuando aprendemos, sentimos o recordamos, para diseñar estrategias educativas más efectivas y humanas.
¿Para qué sirve la neuroeducación?
Mejorar el aprendizaje: Al conocer cómo aprende el cerebro, se pueden aplicar métodos que respeten sus ritmos, motivaciones y necesidades reales.
Estimular la curiosidad y la emoción: La neuroeducación reconoce que las emociones son clave en el proceso de aprender. Un alumno motivado y emocionalmente conectado con lo que estudia, aprende mejor.
Prevenir el fracaso escolar: Comprender el desarrollo neurológico del niño ayuda a detectar dificultades de aprendizaje como dislexia, TDAH u otros trastornos desde etapas tempranas.
Desarrollar habilidades socioemocionales: Favorece la empatía, la autorregulación emocional, la resiliencia y otras competencias esenciales para el desarrollo integral.
Personalizar la enseñanza: Reconoce que cada cerebro es distinto y promueve metodologías adaptadas a cada estilo de aprendizaje.

Los 5 principios fundamentales de la neuroeducación
El cerebro aprende mejor con emoción
Las emociones influyen directamente en el aprendizaje. Si el estudiante se siente motivado, valorado y en un entorno emocionalmente seguro, su cerebro se activa para aprender. Emoción + aprendizaje = memoria duradera.
Cada cerebro es único
No todos aprenden de la misma manera ni al mismo ritmo. La neuroeducación promueve una enseñanza personalizada, que respete los distintos estilos y tiempos de aprendizaje. La diversidad es una riqueza, no un obstáculo.
El cerebro necesita experiencias significativas
Aprendemos mejor cuando lo que estudiamos tiene sentido para nuestra vida o conecta con experiencias previas. El aprendizaje debe ser activo, práctico y con propósito, no solo memorístico.
El cerebro aprende mejor en entornos positivos
Ambientes donde hay confianza, respeto, cooperación y bienestar favorecen la liberación de neurotransmisores como la dopamina, que estimulan el aprendizaje. Sin miedo, el cerebro se abre; con estrés, se bloquea.
Aprender es un proceso que nunca se detiene
El cerebro es plástico, es decir, cambia y se adapta constantemente. Por eso podemos aprender durante toda la vida. La educación debe fomentar esa curiosidad natural y el amor por aprender.

¿Qué son las actividades neuroeducativas?
Las actividades neuroeducativas son estrategias, dinámicas o ejercicios diseñados con base en los conocimientos de la neurociencia, la psicología y la pedagogía, con el objetivo de estimular el cerebro de forma positiva para mejorar el aprendizaje, la atención, la memoria, la creatividad y las habilidades emocionales y sociales.

Estas actividades se basan en cómo el cerebro aprende mejor y consideran aspectos como:
La neuroplasticidad (la capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar).
La importancia de las emociones en el aprendizaje.
El rol del movimiento corporal en el desarrollo cognitivo.
La motivación intrínseca y el aprendizaje significativo.
Ejemplos de actividades neuro educativas:
Juegos de memoria para estimular la atención y la retención.
Ejercicios de respiración y mindfulness para regular emociones y mejorar la concentración.
Dinámicas que involucren el cuerpo, como juegos con ritmo o coordinación, que activan conexiones entre hemisferios cerebrales.
Actividades artísticas como el dibujo, la música o el teatro para fomentar la creatividad y el pensamiento divergente.
Técnicas de aprendizaje multisensorial (mezclar imágenes, sonidos y movimiento para enseñar un contenido).
Resolución de problemas en grupo, que desarrolla funciones ejecutivas como planificación, flexibilidad cognitiva y empatía.
