Nutrición en el recién nacido

La alimentación de un bebé recién nacido es una parte importante para su crecimiento y desarrollo saludable. A continuación, te informamos sobre las dos principales opciones de alimentación: la lactancia materna y la alimentación con fórmula. La elección dependerá de las circunstancias individuales y las preferencias de los padres:

Lactancia Materna

Posición adecuada:

Coloque al bebé en una posición cómoda y sostenlo cerca de su pecho. Asegúrese de que su boca esté alineada con el pezón.

Enganche correcto:

Asegúrese de que el bebé tenga un buen enganche al pezón, con la boca bien abierta y con el pezón y parte de la areola dentro de su boca.

Horarios flexibles:

Los bebés recién nacidos deben alimentarse cada 2-3 horas, aunque algunos pueden necesitar ser alimentados con más frecuencia. Presta atención a las señales de hambre del bebé, como chupar o llevarse las manos a la boca.

Ofrece ambos senos:

Cambia de seno en cada alimentación para asegurarte de que el bebé reciba leche de ambos pechos.

Mantenimiento de la producción de leche:

La lactancia es un proceso de oferta y demanda. Cuanto más amamantes, más leche producirás. Bebe mucha agua y come una dieta equilibrada.

Consulta a un profesional:

Si tienes problemas con la lactancia, busca la ayuda de un profesional en lactancia o un pediatra.

Alimentación con Fórmula

Elección de la fórmula: Consulta con el pediatra para determinar la fórmula adecuada para tu bebé, ya que hay diferentes tipos disponibles.

Preparación adecuada:

Sigue las instrucciones del fabricante para preparar la fórmula. Asegúrese de que el agua esté a la temperatura correcta y de que la fórmula se disuelva por completa.

Esterilización:

Asegúrese de que los biberones, tetinas y utensilios estén limpios y esterilizados antes de cada alimentación.

Respetar las señales de hambre:

Al igual que con la lactancia materna, respeta las señales de hambre del bebé y aliméntalo cuando lo demande.

Alimentación a demanda:

Los bebés alimentados con fórmula también deben ser alimentados a demanda, generalmente cada 2-3 horas. No fuerces al bebé a comer si no muestra interés.

Consultar al pediatra:

Si tienes preguntas o preocupaciones sobre la alimentación con fórmula, consulta con el pediatra para obtener orientación adicional.

Es importante recordar que cada bebé es único, y lo que funciona para uno puede no funcionar para otro. La comunicación con un pediatra o profesional en lactancia es clave para garantizar que el bebé esté recibiendo la nutrición adecuada y esté creciendo de manera saludable.