La Alcazaba de Málaga: Tesoro Histórico en la Costa del Sol
Revista Solier
4 may. 2024
Explorando la Fortaleza Árabe que Resguarda la Historia Milenaria de Málaga
La Alcazaba de Málaga ha experimentado una evolución histórica en cuatro etapas distintas: desde su origen andalusí en el siglo X hasta el siglo XV, pasando por el periodo posterior a la Reconquista hasta el siglo XVIII, seguido de un periodo de abandono y deterioro en los siglos XIX y XX, y finalmente su recuperación como Monumento Histórico Artístico desde la década de 1930 hasta hoy.
Su construcción se atribuye al rey bereber Badis ben Habús, aunque hay debates sobre si fue una construcción original o una restauración de un antiguo recinto fenicio. Antes de Badis ben Habús, la dinastía Hammudí también utilizó la Alcazaba como residencia palaciega durante la Fitna de al-Ándalus.
Durante la Reconquista, la Alcazaba fue un fuerte nazarí durante el asedio de Fernando el Católico en 1487. Tras la rendición, la ciudadela fue testigo de la entrada de los Reyes Católicos en Málaga.
A lo largo de los años, la Alcazaba sufrió deterioro, especialmente después del terremoto de 1680 y el bombardeo francés en 1693. En el siglo XVIII, se llevaron a cabo trabajos de acondicionamiento para la guarnición militar.
Durante la Guerra del Rosellón en 1794, la Alcazaba se convirtió en un presidio para franceses y se construyó el Hospital Real de San Luis en su recinto por orden de Manuel Godoy. En las primeras décadas del siglo XX, comenzaron los trabajos de rehabilitación, destacando la labor de varios expertos bajo el auspicio del gobernador civil Emilio Lamo de Espinosa.
Descripción Contemporánea
La Alcazaba de Málaga, una impresionante edificación nazarí erigida sobre roca, ha sido testigo de numerosas reformas a lo largo de los siglos. Esta construcción combina hábilmente la funcionalidad militar con la belleza arquitectónica, presentando patios rectangulares, crujías, jardines y estanques típicos del estilo árabe.
Desde sus inicios, la Alcazaba sirvió como una fortaleza urbana, con funciones políticas y administrativas. Su estructura defensiva incluye matacanes, torres albarranas y murallas almenadas, además de una ubicación estratégica que dominaba la ciudad y la bahía.
A su alrededor, existía un barrio que incluso contaba con un sistema de evacuación de aguas fecales, evidenciando el alto nivel de civilización de la época.A pesar de sucesivas reconstrucciones, algunas realizadas incluso en el siglo XX, la Alcazaba conserva su esencia histórica y arquitectónica. Las excavaciones han revelado restos romanos, incluyendo una mazmorra utilizada para cautivas cristianas.
Desafortunadamente, partes de su estructura original, como la Haza de la Alcazaba y la antigua mezquita-capilla del Arcángel Gabriel, han desaparecido. No obstante, aún se conservan torres, muros y puertas fortificadas que muestran la ingeniería y el arte de la época.
La construcción inicial empleó piedra caliza numulítica, pero debido a su rápido desarrollo por la humedad, se realizaron reparaciones y refuerzos con mampostería en siglos posteriores. La Alcazaba, con sus 15.000 metros cuadrados de espacio interior, sigue siendo un importante testimonio del pasado andalusí de España.